por que el sol no es nada si no atardece

hoy iba a escribir, escribir una historia de ficción, triste sin esperanza y muy tenue, hasta que vi el atardecer, rojo como fuego, alentador como escusa para huir.
El atardecer quiso hablar después de conquistarme... me enseñó a sonreír como enamorada, a esperar que la primera estrella cobre luz, que el primer rayo de sol sea una caricia. Me habló de una forma tan distinta a otras veces, me habló con ternura y confianza, esta vez encendió todo mi alrededor. me consoló y secó mis sonrisas, Me susurró al oído que no vale la pena esperar si no actuar por mi, para mi; también me susurró que la vida es frágil... me ayudó a gritar por mis desahogos, a cantar por mis lágrimas, a escribir un poema, el primer poema con un total cambio de actitud, este poema tenia su sabor propio, un atardecer naciente entre sus lineas.