Ella: tengo una pregunta..
El: ¿qué?
Ella: ¿recuerdas que te dije que te haría mas triste, que te haría sufrir?
El: eh.. si
Ella: estaba en lo cierto ¿verdad?
El: no quiero hablar de eso
Ella: es cierto entonces, pero te lo advertí, no puedes quejarte
El: no me he quejado..
Ella: verte así, es queja suficiente, ¿recuerdas que no me quisiste creer?
El: si
Ella: me diste esperanzas, sabes? me hiciste creer que sería diferente esta vez, pero no fue así, ¿por qué te molesta tanto el humo del cigarro?
El: suficientes preguntas por hoy...
y pensando que a alguien le importaría lo que pienso me atreví a formular una pregunta, en la cual planteé una palabra a mi parecer fuerte y con significado, tan grande y tan potente que era capaz de traer recuerdos o algún tipo de sensación a quien la oyera, a cualquiera, quien sea, pensando que a alguien le importaría, que alguien tiene el tiempo de pensarlo, que por lo menos un alma se detiene alguna vez a cuestionar aquellas letras que forman palabras, oraciones, párrafos, creí que alguien en algún momento se atrevería a pensar respecto a eso, se detendría a comentarlo, quizás a cuestionarlo... meditarlo.. pero como es obvio, y como estaba predicho y muy claro a mi parecer, nadie se detuvo ni un segundo, como es de costumbre en un mundo donde "comunicar es mas importante que pensar" (lo pongo entre comillas por que en algún otro lugar lo leí así, no recuerdo fuentes) y con la rapidez que se desvanece una gota de agua en el desierto a medio día mis palabras se desarmaron, párrafos, oraciones, palabras letras, pero sin ser descompuestas por un receptor obvio.. sino en el viento, en el aire y fueron respiradas como cualquier segmento de oxigeno, sin interés ni exaltación alguna...
estaba claro, pronosticado aun que creí lo contrario por mucho tiempo..
a nadie le importó...
y bueno, sin mas que decir me atrevo nuevamente a plasmar esa pregunta, aun que esta vez sin expectativa alguna, se que quizás a nadie mas le interesa...
...tú, ¿cómo estas?